Presentación
Esta página de la Cátedra Bettanin (ex Moreno) de Metodología II de la Carrera de Trabajo Social propone ser un vínculo más entre los docentes de la misma y los estudiantes que la cursan. En este sentido no reemplaza -ni pretende hacerlo- a los intercambios que se producen en los espacios docentes (fundamentalmente clases teóricas y prácticas) que semana tras semana se van desarrollando.
En la misma se presenta la composición del equipo docente, y sucesivamente se irá presentando (“colgando”) información que facilite -en lo posible- las actividades de los estudiantes: el programa y el cronograma tentativo de la cursada del cuatrimestre, las guías de trabajos prácticos, las guías de lectura y también algunos materiales bibliográficos. Asimismo se propone informar acerca de la modalidad de cursada, el sistema de evaluación previsto, los horarios, otros aspectos organizativos y novedades que pudieran ir aconteciendo en el transcurso del cuatrimestre.
La actividad (profesional y académica) de la/el licenciada/o en Trabajo Social requiere de una importante formación en investigación en ciencias sociales. Se visualiza a esa formación como un insumo constituyente de la actividad profesional que debe basarse en la integración, complementación y retroalimentación de la producción de conocimiento y de la intervención profesional.
Como siempre decimos, el objeto de la enseñanza de la metodología (también en el caso de esta Metodología II), es la investigación concebida como una instancia de producción de conocimiento, entendiéndola como un proceso orientado a la búsqueda de respuestas a los interrogantes que el conocimiento existente no puede satisfacer y no como la mera presentación aislada de ciertas técnicas, aún cuando éstas estén debidamente tratadas en el dictado de la asignatura.
Esta materia -a partir de los conocimientos obtenidos y las habilidades desarrolladas en Metodología I- se propone contribuir al desarrollo del pensamiento crítico y creativo, también frente a la investigación; posibilitar el conocimiento de diferentes enfoques metodológicos y sus fundamentos; brindar capacidades y actitudes para desarrollar procesos de producción de conocimiento así como elementos teórico-metodológicos y técnicos que lo posibiliten.
Visualizamos, al menos, cuatro desafíos que pretendemos afrontar. El primero de ellos tiene que ver con la tensión entre “investigación” e “intervención” en Trabajo Social. Sin entrar a profundizar aquí el desarrollo de la misma, sí nos parece que debe entenderse a la primera como herramienta fundamental para el conocimiento de la realidad social y la intervención en la misma, para modificar aquellas situaciones que se definen como “problemas sociales” y las formas en que se propone realizar esa modificación. Ello sin desconocer -sino por el contrario, reconociendo y valorándola- a la producción de conocimiento que se genera en el propio “campo de la intervención”.
El segundo se refiere a la relación existente entre teoría y metodología. Entendemos que es absolutamente necesario involucrar la metodología con la teoría, entrecruzarlas y reconocer que sólo para la enseñanza -y como recurso pedagógico- se separa a la metodología de la teoría. En este sentido queremos insistir, por un lado, en la idea de que no es posible tratar a la metodología como una unidad auto-suficiente, no relacionada con los elementos teóricos del conocimiento científico y, por el otro, contribuir a romper con la tendencia -bastante arraigada- a tratarlas como independientes.
El tercero de los desafíos tiene que ver con la articulación con otras materias de la Carrera, y en particular respecto de Método I, recuperando los conocimientos -y actualizándolos- antes adquiridos; en cuanto a Estudios sociodemográficos, brindando herramientas básicas que permitan el análisis de las estadísticas e información sociodemográfica, y en relación al Seminario de Trabajo Final de Investigación, presentando los elementos técnico-metodológicos que posibiliten -posteriormente- la realización de un trabajo de investigación.
El cuarto de ellos, quizás el más importante, es el de poner en evidencia que la investigación social, productora de conocimiento, debe llevarse a cabo en el marco de una ética que asuma los valores de respeto a los derechos humanos y sociales, compromiso con la dignidad de las personas, con la transformación social y con el logro de una sociedad más justa y solidaria.